LEONES...
EL REY...
Los leones son los únicos felinos que viven en manada. Las unidades familiares pueden incluir hasta tres machos, una docena de hembras y sus crías. Todas las leonas de una manada están emparentadas y usualmente los pequeñas hembras en su seno se quedan con el grupo a medida que envejecen. Los varones jóvenes, sin embargo, tarde o temprano abandonan el grupo o son expulsados y establecen su propia manada.
Una abundante y frondosa melena
rodea su cara y se extiende por el cuello del rey de la selva –solo los machos
la poseen: este es su rasgo más característico y único en la familia de los
félidos. Habitan en las sabanas
africanas y en una zona reducida del noreste de la India, pero son una especie
muy vulnerable pues antiguamente habitaban en otras partes del mundo de las que
han ido desapareciendo. Las leonas son las encargadas de salir a cazar mientras
que los machos deben defender el territorio de la manada y a sus hembras.
Suelen comer grandes mamíferos como ñus, cebras, búfalos o facóceros entre
otros, y pueden llegar a vivir aproximadamente unos 15 años.
Estos animales han sido venerados
a lo largo de la historia por su valor y su fuerza. Una vez pudieron
encontrarse en la mayor parte de África y algunas partes de Asia y Europa. Hoy
en día sólo se encuentran en ciertos lugares al sur del desierto del Sáhara, a
excepción de una población muy pequeña de leones asiáticos que sobrevive en el
bosque Gir de la India.
El león es uno de los cuatro
grandes félidos pertenecientes al género Panthera. El macho adulto es
fácilmente reconocible por su gran tamaño y llamativa melena, y tiene un peso
aproximado de 150 – 250 kg. Las hembras suelen ser considerablemente más
pequeñas, con 110 – 180 kg de peso. Es el segundo félido más grande del mundo,
después del tigre.
En los grupos sociales las
hembras se encargan de buscar la comida y cuidar de las crías, mientras los
machos protegen la manada.
La melena les sirve para proteger
su cuello durante las batallas, para protegerse de los matorrales espinosos y
es más frondosa cuanto menor sea la temperatura. El color de su pelaje es otra
adaptación al medio, pues les sirve de camuflaje para poder cazar,
principalmente, ya que no suelen ser presa de otros animales (salvo de hienas
en caso de animales enfermos, ancianos o crías). Cazan al acecho (a unos 30 m o
menos de su presa) para evitar gastar exceso de energía respecto a la que
obtienen de la presa que persiguen, así, nunca corren en exceso (pero pueden
alcanzar 56 Km/h).
Su estado de conservación natural
es vulnerable, debido fundamentalmente a la destrucción de su hábitat
(cultivos, pastoreo, asentamientos humanos…).
CURIOSIDADES:
Los leones machos suelen situarse
en lo alto de formaciones rocosas llamadas kopjes, desde donde tienen una vista
panorámica de toda la sabana y llevan a cabo la labor de protección del grupo,
aunque también las hembras protegen a las crías en estas formaciones.
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